Las lunas de mi suegra son hermosas…
Las pasa desde el hall a la cocina.
Sólo piensa en su flan o su vitina.
Alunada no existen otras cosas.
Las lunas de mi suegra son hermosas…
Todas siguen de largo, no hay esquina.
Enojada se toma una aspirina
y se pone a soñar con mariposas.
Son hermosas las lunas de mi suegra
porque a nadie con ellas incomoda
y ninguno, jamás, las pasó negra.
Caprichosa se pone como un niño.
En su silla solita se acomoda
y en silencio nos mira con cariño.
domingo, 26 de octubre de 2008
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