Cuando estoy triste, mi perro,
parece que se da cuenta.
Me mira… sólo me mira…
Sin hacerme gracia o fiesta.
Cuando estoy triste, mi perro,
su cola nunca menea.
Se queda a mi lado echado
compartiendo mi tristeza.
Cuando estoy triste, mi perro,
lo noto como que tiembla.
Y la comida en su plato
hasta el otro día queda.
…No le interesa si sale,
o si encerrado se queda.
Él sabe que con el tiempo
se calman todas las penas.
Cuando estoy triste, mi perro,
es una copla en espera.
domingo, 26 de octubre de 2008
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