domingo, 26 de octubre de 2008

Viejo barco

…Y allí estabas, viejo barco,
legendario, misterioso,
perdido entre los recuerdos
de un tiempo lejano de oro…

Yo llegaba como siempre
-era mi único tesoro-
a visitarte en las tardes
cuando andaba melancólico.

Y te contaba mis penas.
Y se mojaban mis ojos.
Y tus brazos me acunaban.
Y me consolaba un poco…

Luego el tiempo fue pasando
como pasó también todo.
Y me alejé de tu lado.
Y me hice un hombre de pronto.

Y tuve hogar y cariño.
Y sueños maravillosos.
Y dije: ¡Gracias…! mil veces
por sentirme tan dichoso.

…Viejo barco abandonado.
Viejo amigo, viejo lobo…
¿Sabrás que nunca te olvido?...
¿Sabrás que tanto te nombro?...


No hay comentarios: